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Infraestructura institucional

Hay una amplia gama de medidas de apoyo que las agencias especiales pueden encarar para promover el desarrollo de las SSI, siendo las principales: (a) la identificación de las oportunidades de crecimiento para las SSI y reservas de productos para que ellas las elaboren; (b) las apreciaciones sectoriales del mercado; (c) el desarrollo de la tecnología; (d) la provisión de financiamiento a tasas de interés preferencial y a veces sin garantías colaterales; (e) las reservas de mercado para las SSI en las compras gubernamentales o paraestatales; (f) preferencia a márgenes de precio en las compras gubernamentales por licitación; (g) la provisión de materia prima con reserva y descuento en el precio; (h) la provisión de equipos en términos accesibles; (i) el desarrollo de la capacidad de las SSI por medio del entrenamiento en todas las disciplinas esenciales para sus operaciones; y (j) servicios continuos de asesoramiento 13.

13 Para una referencia sobre la experiencia del país, con respecto a muchas de estas medidas ver: Parameshwaran, K.P.: Apoyo institucional para las pequeñas empresas rurales de elaboración: El caso de India (En esta publicación).

En general, los sistemas de apoyo parecen adaptarse mejor para atender las SSI en el extremo superior de su rango. En el subsector basado en el bosque, ello implicaría mejores posibilidades de asistencia a las empresas elaboradoras de madera en talleres, más que a los niveles de las unidades familiares que frecuentemente usan juncos, bambúes, etc., y que tienden a ser mucho más pequeñas.

La descentralización de los servicios de apoyo al máximo grado posible es de desear, a fin de mejorar la accesibilidad a ellos por parte de los empresarios 14. Sin embargo, la tendencia de que con ello aumente el riesgo de interferencia política, dispersión de capacidades y pérdida de coordinación, necesita ser prevenida.

14 Véase: Chuta, E. Descentralización del apoyo institucional a las empresas pequeñas. (En esta publicación).

Para las empresas más pequeñas, por lo común la asistencia sólo puede ser proporcionada efectivamente mediante su agrupación. Tales grupos tienen que ser bien organizados y motivados. La formación de tales asociaciones de empresarios debería, por lo tanto, constituir una función prioritaria que las agencias oficiales y no gubernamentales deberían respaldar en su implementación. Las experiencias en el terreno sugieren que deben demostrarse beneficios claros tanto para la comunidad como para los individuos, a fin de atraer la participación comunal sostenida a dichas asociaciones.

La variedad y complejidad de los organismos de estado que atienden las SSI, y su gran cantidad, merece ser un tema de preocupación. Si bien el encaminamiento de la asistencia a través de una sola agencia no es usualmente practicable y aun indeseable, surge la necesidad de reducir la cantidad de unidades organizadoras no coordinadas. El cuadro actual es a menudo demasiado complejo para que las pequeñas comunidades puedan afrontarlo y, posiblemente no es suficientemente sensible a las necesidades del empresario. La creación de aún más instituciones de apoyo a las SSI no debería ser encarada ligeramente.

La cuestión costo-eficiencia del apoyo es importante. El valor de los insumos necesarios para la evaluación del proyecto, el desarrollo de habilidades o el uso de métodos de extensión de “consultoría continua” está frecuentemente fuera de proporción con respecto al valor de la producción de las empresas. En algunos casos, el nivel de intervención está en una escala tal que cuestiona la posibilidad de la autodependencia de las SSI, una vez que se ha desligado de las agencias de apoyo. La posibilidad de que los gobiernos tengan la capacidad de mantener subsidios elevados para las operaciones de las FB-SSI por tiempos indefinidos también es dudosa. Además, incentivos excesivamente generosos para las SSI han llevado a la creación o perpetuación de pequeñas industrias no viables, con un gran costo económico, situación que es paralela a otras similares del desarrollo de industrias de gran escala oficialmente subsidiadas.

También existen casos donde la magnitud de la asistencia presenta el peligro de dar rigidez a la iniciativa emprendedora privada y de transferir el foco de la toma de decisiones desde los beneficiarios hacia la agencia de asistencia asesora. En el desarrollo de mejores sistemas, deberá ponerse énfasis en dar al empresario más y mejor información, mejorando su capacidad de tomar decisiones fundamentales, y proporcionarle insumos esenciales, pero dejando la formulación de decisiones a los empresarios.

Existe el peligro de que las agencias de apoyo con diversas funciones puedan ser incapaces de seguir de cerca la evolución de sectores o empresas específicas. Pueden requerirse, por lo tanto, puntos focales para intereses particulares sectoriales o individuales. Para las FB-SSI los bancos de desarrollo rural o los servicios forestales pueden desempeñar esa función.

¿Se usa su tiempo eficientemente?

A menudo podría hacerse mayor uso de las organizaciones no gubernamentales (ONG) activas en las áreas rurales. Ellas pueden estar en condiciones de actuar como intermediarias presentando los intereses locales a los servicios apropiados o a agencias institucionales, o para alcanzar las empresas pequeñas y dispersas a las que las agencias del gobierno no pueden ofrecer su ayuda. Algunas ONG se han especializado en habilidades como la organización de grupos, la administración financiera, o la organización del negocio, y pueden ser invitadas para aportar dichos insumos por medio de la capacitación o el respaldo técnico. Sin embargo, las ONG deben seleccionarse con cuidado, ya que a veces ellas mismas sufren de deficiente gestión, debilidades técnicas e inexperiencia, identificados como problemas de las SSI que ellas deberían ayudar a resolver.


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