12 Ver: Sahlin, A.: Mejoramiento del manejo y la capacidad de gestión de los empresarios en pequeña escala. (En esta publicación).
Hasta un 80 por ciento de las pequeñas empresas cierran sus operaciones en el curso de los primeros cinco años, probablemente en gran parte debido a una administración deficiente. El manejo de las SSI cubre funciones que van desde la creación de la empresa, la identificación del mercado y la comercialización, la planificación del desarrollo y diversificación futuros. Los contrastes principales con el manejo de operaciones de escala mayor son que (a) en las SSI todas o casi todas estas funciones las realiza una sola persona, el propietario-empresario, que tiene que combinar la gestión con el hecho de ser un obrero en la empresa, y (b) que mientras han sido desarrollados sistemas adecuados para la industria en gran escala, los emprendedores de las SSI tienen que trabajar sólo por intuición y sin los beneficios de datos elaborados. Por lo tanto, una función que por su propia naturaleza es difícil, resulta serlo aún más en el caso de las SSI.
Características de las SSI que empeoran los problemas del manejo incluyen: (a) la responsabilidad personal por la administración del empresario, sin apoyo especializado, (b) la informalidad de las organización que puede enfrentar solamente inconvenientes menores, (c) el fuerte empleo de la mano de obra familiar, (d) la falta de entrenamiento empresarial, y (e) las condiciones de trabajo deficientes que atraen obreros de poca calidad. Es necesario desarrollar paquetes dirigidos a estas necesidades y características particulares; no será suficiente diluir simplemente las prácticas de administración de las grandes industrias para su adaptación a las SSI.
Como se ha hecho notar anteriormente, las pequeñas empresas difieren considerablemente en los tipos de necesidades en función de su tamaño. Las unidades familiares requieren prácticas más sencillas que las unidades más grandes asentadas sobre talleres. Las empresas intermedias entre la escala familiar y la operación de taller se encuentran con problemas especialmente difíciles, puesto que las prácticas para una o para la otra posiblemente no son apropiadas. La experiencia indica también que hay diferencias notables entre los países, parcialmente debido a factores culturales y a tradiciones comerciales. La adaptación de programas de capacitación y extensión a auditorios específicos resulta por lo tanto ser crucial. En todo caso, sin embargo, debería hacerse hincapié en el desarrollo de materiales sencillos de naturaleza práctica, que ocupen el mínimo de tiempo del empresario, puesto que ya tiene muchas tareas que atender.
Los programas de mejoramiento de gestión que tratan de impartir todo tipo de habilidades de administración a cada empresario, tienden a sobrecargarlo con responsabilidades y habilidades, algunas de las cuales se podrían adquirir con más conveniencia, según la exigencia, por medio de los servicios de extensión. Es el caso particular de la planificación, del diseño del producto y de toda la investigación y desarrollo. Otros puntos que requieren ser recordados al dar la asistencia son:
a) la ausencia de una educación completa y de políticas de capacitación para el sector de las SSI;b) la escasa coordinación y compatibilidad entre los programas de asistencia y entrenamiento especialmente si son financiados por diversas agencias;
c) que cuando los períodos de capacitación son demasiado largos, los mejores empresarios de las SSI no tienen tiempo disponible para completar las sesiones; y
d) los problemas de aprendizaje por medio de métodos de enseñanza “formales”.
La comunicación entre los empresarios parece ser efectiva, y se ha probado una “acción de aprendizaje” a bajo costo para grupos uniformes de empresarios. Sin embargo, la dispersión geográfica de las SSI rurales, y la amplia gama de sus actividades, crean problemas al querer crear grupos cohesionados de empresarios para un objetivo común.
A fin de reducir la incidencia de los fracasos entre las empresas, se ha sugerido que se usen sistemas rigurosos de selección de empresarios con entrenamiento. Para los nuevos empresarios, sin embargo, es difícil evaluar objetivamente la calidad empresarial y la habilidad administrativa para operar eficientemente la empresa. Deben ser desarrollados métodos de clasificación que permiten seleccionar mejor a los emprendedores con talento innato - incluyendo los iliteratos y los empresarios muy pequeños, quienes son importantes en el sector basado en los productos del bosque - y grupos especiales como mujeres, refugiados, etc. Cuando aun no se han desarrollado procedimientos adecuados de clasificación, los criterios sencillos que pueden ser seguidos para identificar empresarios para programas de asistencia son: (a) percepción realística del riesgo, (b) fuerte motivación y deseo de éxito, y (c) evidente habilidad para administrar.
Las habilidades para administrar requeridas por todas las SSI deberían ser transferidas por agencias de capacitación-extensión generales. Los aspectos industriales específicos de actividades basadas en productos del bosque que podrían requerir asistencia especializada incluirían la materia prima, la tecnología, el mercado o consideraciones administrativas sobre licencias.
Para la categoría “micro” FB-SSI, son asuntos importantes el acceso a programas de asistencia y de costo-efectividad al alcance de las empresas. Es esencial la efectiva organización de las SSI. Muchas agencias de promoción centralizadas para industrias de pequeña escala han demostrado ser incapaces de alcanzar a las más pequeñas industrias o de mejorar su capacidad de gestión y de empresa. A fin de ampliar el alcance, puede ser útil usar organizaciones voluntarias privadas u otras agencias de extensión que ya tienen amplias redes rurales.
Mueblería en Bangladesh - Aun las pequeñas firmas necesitan comercializar sus productos.
