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EL MANEJO DE LOS RECURSOS: LA CAZA Y LA PESCA COMO ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL AGROECOSISTEMA

Teóricamente, el agricultor de corte y quema integral cuenta con una extensa variedad de zonas de recursos que pueden explotarse: campos, barbechos, huertos caseros, bosques y, en algunos lugares, riachuelos y litorales marítimos. En Asia sudoriental, incluso pueden haber extensas plantaciones de cultivos comerciales como el caucho, café, pimienta y amapola. Hay tierras de arroz anegadizo, unas veces recientes y otras veces antiguas, que se utilizan además de los campos de corte y quema. En Africa, los cultivos comerciales, como el cacao, café, caucho y palma africana, son casi universales. Como resultado de la mayor densidad demográfica y de las mayores áreas dedicadas a los cultivos comerciales, la mayoría de los agricultores de corte y quema tienen «campos cercanos a su vivienda», sujetos al cultivo intensivo, y «campos alejados», en los cuales siguen practicando algún tipo de sistema de barbecho. La disminución de los recursos forestales en Africa ha creado presiones para una mayor intensificación y participación en los cultivos comerciales. En la Amazonía, especialmente en las áreas más alejadas, todavía existe una gran variedad de zonas con recursos y se las sigue explotando.

Los habitantes de los bosques y sabanas consumen proteínas recolectadas que quizás no serían reconocidas como tales por los observadores occidentales porque no forman parte de la dieta occidental. Por ejemplo, en Africa las termitas asadas son un alimento importante de alto contenido proteínico y calórico (Mielke 1978, Bodenheimer 1951, Miracle 1973). Esos pueblos pueden dedicar bastante tiempo a capturar las termitas: Schlippe (1956) estimó que los Azande usan el 26 % de su fuerza de trabajo durante la estación lluviosa para capturarlas termitas. Estas pululan durante las primeras lluvias y constituyen una fuente alimenticia cuando han disminuido las reservas de alimentos.

En la Amazonia, se recolectan y se comen con gusto los gusanos, termitas, hormigas, sapos, etc. Los Desana del Brasil y otros grupos, comen insectos y larvas de insectos como parte importante de su alimentación, especialmente durante las épocas en que los ríos están demasiado lodosos para la pesca (véase el Cuadro 1 l). Si bien se los «recolecta», es posible alentar su presencia creando sus hábitats favoritos; por ejemplo, plantando árboles como Inga spp. (Leguminosae); en los cuales los insectos pueden depositar sus huevos, así como preservando los termiteros y hormigueros (Dufour 1983, Ribeiro y Kenhirí 1989). Pueden crearse hábitats que atraigan a los insectos ovíparos (árboles de banana, tusas de maíz) para recolectar los gusanos cuando llegue el momento oportuno (Denevan 1971).

La caza y la pesca son elementos importantes del agroecosistema. Aunque hay desacuerdo sobre la gravedad del problema, la falta de proteínas en la alimentación amazónica sustentada en plantas cultivadas se considera un factor negativo, frente al cual habría que encontrar una solución. La deficiencia proteínica proyectada se basa en el bajo contenido nutricional de la mandioca, que constituye el alimento básico de la mayoría de los grupos aborígenes; esto obliga a explotar otros elementos de la dotación de recursos -la caza, recolección y pesca- a fin de lograr una suficiente ingesta de proteínas (véase Sponsel 1989). En el patrón de alimentación predominante, los hidratos de carbono provienen de los componentes «del campo de cultivo» y las proteínas se obtienen de los componentes que están «fuera del campo de cultivo» del agroecosistema, constituyendo una utilización muy exitosa de la base de recursos.

Las actividades de la caza se integran muy bien en el ciclo de la agricultura de corte y quema. Los agricultores utilizan sus campos de cultivo y barbecho para atraer a los animales y atraparlos. En la zona tropical húmeda las densidades de poblaciones de mamíferos son generalmente bajas, pero los campos y barbechos atraen y sustentan mayores densidades de animales de caza que las normales. Los pequeños campos de cultivo dispersos crean «corredores naturales» en el bosque, que sirven de reservorio para las especies animales. La combinación de campos, barbechos y bosques estimula el desarrollo de la vida silvestre y mejora los recursos naturales de los agricultores de corte y quema, por ejemplo, los mamíferos del bosque (Linares 1976, Ross 1978, Gómez eta!. 1972; Lovejoy y Schubert 1980, Posey et al. 1984).

En el sudeste asiático, los ríos de las tierras altas son demasiado pequeños y, a veces,inaccesibles para constituir un recurso pesquero abundante. Excepto para algunos habitantes del litoral que practican la agricultura de corte y quema, los pobladores de esa región dependen más de la caza que de la pesca y es común que tengan perros para cazar cerdos. Los animales domésticos tales como cabras, ovejas, cerdos y caballos, son más frecuentes en el continente que en las islas, aunque se cazan cerdos en aquellas áreas donde no se crían ni se comen cerdos domesticados (Spencer 1966, Warner 1979).

En la cuenca del Amazonas, los Yanoama, Achuar, Ye'kwana, Yukpa, Kayapó, Sirionó, Bora, etc., cazan en sus campos de cultivo y de barbecho. Reconocen que los antiguos barbechos, en los cuales hay una combinación de bosque, viejas plantas de cultivo y frutas caídas, son los mejores terrenos de caza; los animales tienen menos recelo de entrar en ellos y pueden hacerse escondites de caza difíciles de descubrir (Smole 1989, Chagnon 1983, Ross 1978, Hames 1983c, Ruddle 1974, Posey 1985, Balée y Gély 1989, Balée 1989, Holmberg 1950, Denevan et al. 1984).

Cuadro 11. Calendario de pesca y recolección de los Desanâ

Constelación*

Clima

Pesca y recolección

OCTUBRE1

Serpiente crotálida'

 

Lluvias intensas

 

Recolección de hongos

NOVIEMBRE

Crotálida, redonda,cola

 

Lluvias intensas

 

Recolección de hongos

DICIEMBRE

Serpiente crotálida redonda, cola

 

Lluvias intensas (inundaciones)

 

1er. desove de peces
Captura de sapos
1 era. salida de termitas

ENERO

Ninguna constelación

 


Armadillo, fémur

 

Estación seca de 5 días otra estación seca: verano inga2 hacia el final del mes: 8-15 días

Las lluvias no son tan intensas como para provocar inundaciones

 

 

 


Captura de sapos

FEBRERO

Armadillo

 

Lluvias

 

2do. desove de peces

MARZO

estación seca cucura3 de 4 días

lloviznas

seguidas por dos semanas de estación seca: verano de la palma dendé

 

ABRIL

Camarón


Jaguar,
mandíbula
inferior


Jaguar, cuerpo

 


Jaguar, cola redonda

No siempre llueve; cuando esto sucede, el verano de palma continúa hasta mediados de abril.

Lluvias intensas,inundaciones2 ó 3 días de sol con lluvias ocasionales

Lluvias intensas y ocasionales, estación seca de 4-5 días Estación seca de la fruta Umari

Lluvias intensas

3er. desove de peces

 

 

 

 

Salen las termitas y hormigas «nocturnas» y cortahojas


Fin de la captura de sapos, desove de peces, fugan las hormigas y termitas

MAYO-mediados JUNIO

Estrella, pedazo

Pescado
ahumado

Calabaza con pulpa de umari sobre un pedestal

 

Lluvias intensas y constantes que traen inundaciones

Lluvias intensas y constantes que traen inundaciones

Lluvias intensas y constantes que traen inundaciones

 

 

 

 

Pesca con anzuelo y sedal
Fugan las termitas
Larvas comestibles
que se adhieren a hojas de Cunuria
spruceana Euphorbiaceae; comen hojas de Sterculia sp. Sterculiaceae

JUNIO

Adorno emplumado de Adze

 

Tres días secos lluvias

 

Captura de peces chicos
Se siguen recolectando larvas comestibles

JULIO
Nutria

Pájaros muy bonitos

Cangrejo
muy bonito


Lluvias

Lluvias

Lluvias


Vuelan los saltamontes (se los captura con las manos desnudas)

AGOSTO
Estrella,
pedazo

Lluvias
(ríos crecidos)

Larvas comestibles que comen las hojas de Erisma japura Vochysiasea; oruga que come las hojas de Minquartia guianensis Olacaceae;oruga que come las hojas de ingá (por ello, el árbol de ingá se planta cerca de los campos y dentro de la aldea)

Caza de pacas (Cuniculus paca)

SEPTIEMBRE

 

 

 

Grullas

2-3 días secos: larvas, verano viejo

lluvias

5 días secos; larvas, bonito, verano

lluvias

5 días secos: espinos, verano

 

 


Se comen las últimas larvas


Ultima fuga de termitas

Notas:* Los nombres de las constelaciones son los mismos que designan las lluvias ocurridas durante el momento que aquellas son visibles; p.ej. las lluvias que caen durante la «cola de la crotálida» son las «lluvias de la cola de la crotálida».

(1) Transforma desde la iluminación de la crotálida a la cabeza, después el cuerpo, y luego los huevos.

(2) Inga es la fruta recolectada y comida en esta época (Inga spp., Leguminosae).

(3) Cucura es una fruta recolectada y comida en esta época (Pourouma cecropiifolia, Cecropiaceae).

 

Fuente: Ribeiro y Kenhíri 1989.

La dependencia frente a los animales de caza y de las plantas cultivadas es característica de los pueblos amazónicos. Sin embargo, no parece que ha habido una sobreexplotación sino, mas bien, un empeño por conservar intencionalmente el recurso animal (Roosevelt 1989). Los grupos indígenas practican actualmente algún tipo de control sobre la caza, y lo suelen hacer por medio de prohibiciones alimentarias vinculadas a mitos y creencias religiosas (Ross 1978). La religión de los Desana y Tukano, de la Amazona noroccidental, es un ejemplo de ello: fomenta la creencia en un círculo de energía finita, de la cual dependen tanto la fertilidad de los animales como la de los hombres. Reconocen que el exceso de los humanos desequilibraría todo el sistema energético y que la sobreexplotación de los animales, mediante la caza, disminuiría su disponibilidad. A fin de mantener el equilibrio, los Tukano limitan el tamaño de sus familias, empleando para ello tabúes sexuales, y restringen la frecuencia de la caza observando determinados ritos. Sienten que su ambiente está hecho por el hombre, «no tanto a causa de las actividades de explotación realizadas por sus ancestros, sino porque están compenetrados con su significación simbólica». Su religión les apoya interviniendo activamente en la conservación del ecosistema al limitar la prole y la depredación humana (Reichel - Dalmotoff 1977:5; Bodley 1976, Lathrup 1970).

Pescando en la cuenca amazónica

En la misma zona también se practica un manejo de los recursos pesqueros. A los ríos de la cuenca amazónica se los denomina ríos de aguas blancas, aguas negras y aguas claras. Estas denominaciones se basan en los sedimentos que los ríos contienen, su color y transparencia, y sus niveles de nutrientes. El Amazonas y algunos de sus tributarios son ríos de aguas blancas que transportan sedimentos desde las vertientes andinas. Son ricos en nutrientes, pero su turbulencia y opacidad limitan la producción primaria de fitoplancton. Los ríos de aguas negras son oscuros debido al humus disuelto, transparentes, pobres de nutrientes y acidificados. Los ríos de aguas claras son similares a las de aguas negras en cuanto a nutrientes, pero no tienen su coloración oscura porque no contienen humus disuelto (llames y Vickers 1983: 4).

Los grupos Tukano, que dependen de la pesca, hacen un manejo de sus recursos acuáticos, tal como grupos similares que dependen de la caza manejan sus recursos faunísticos. Los Uanano Tukano habitan la cuenca superior del río Uaupés, una planicie aluvial de aguas negras conocida por la falta de nutrientes en el río y en los suelos circundantes. Los ríos de aguas negras no contienen los niveles necesarios de nutrientes para la producción de grandes volúmenes de fitoplancton primario. Esto significa que la producción pesquera será limitada si depende únicamente de la producción primaria en el extremo inferior de la cadena alimentaria. Sin embargo, estos ríos tienen otra fuente de nutrientes en las «márgenes terrestres» del río que proporcionan nutrientes para los peces por medio de las hojas y la capa de desechos orgánicos, insectos, frutas, semillas, etc. Estos nutrientes ingresan al río principalmente durante las inundaciones periódicas. Cuando sube el nivel de las aguas, los peces se dispersan hacia el bosque inundado y «se alimentan de los abundantes alimentos ahi existentes». Los Tukano conocen muy bien la relación entre el bosque y los peces y jamás cultivan en las riberas, a las cuales reservan como zonas de alimentación de los peces» (Chernela 1989: 242).

El manejo de los recursos pesqueros es parte integral de las creencias religiosas de los Uanano:

«La naturaleza es abstracta, como una serie de hermanos que reaccionan bien y son generosos cuando se los trata con respeto pero son vengativos y punitivos cuando se los trata con arrogancia... Se tolera el intercambio pacífico y ordenado... pero la interferencia motivada por la gula es castigada por peligrosos ancianos que guardan a los peces. Las relaciones entre el hombre y el mundo natural son armónicas mientras se mantengan los límites apropiados» (Chernela 1982: 17).

En tanto mantienen los bosques ribereños, los Uanano sienten que han entrado en una relación recíproca con los peces, que les permite utilizar pero no sobreexplotar sus vitales recursos pesqueros. En una región de suelos pobres y cuyos ríos carecen de nutrientes, ellos han creado un agroecosistema que es sustentable y productivo.

Tradicionalmente, una vez agotados los componentes del agroecosistema que se encontraban «en el campo de afuera», los agricultores de corte y quema reaccionaban trasladándose a algún otro lugar. En Africa, la dedicación a los cultivos arbóreos comerciales dependen de una residencia permanente, por lo cual los agricultores ya no tienen la posibilidad de mudarse a otras áreas. Aunque pueden seguir contando con el monte de matorral (bosque secundario o barbecho maduro) para la caza y recolección, este caudal de recursos va disminuyendo a medida que aumenta la presión demográfica sobre el bosque y la flora y fauna silvestre (Okigbo 1982). Lo que se recolectaba o se cazaba en el pasado no muy lejano ahora se compra, incrementando todavía más la dependencia frente a los cultivos comerciales.

En resumen, la agricultura integral de corte y quema practicada por los pueblos aborígenes en todo el trópico, es el componente principal de un complejo agroecosistema del cual forman parte no solo la agricultura, sino también la caza, la recolección de lo que produce el bosque y, en algunos lugares, la pesca. El manejo de los recursos naturales se centra en la utilización de los procesos naturales que sirven para mantener el ecosistema forestal y su diversidad, más que en su simplificación constante mediante la intervención humana. Se puede cortar el bosque, pero al desbrozar pequeños sitios dispersos, al hacer un deshierbe selectivo y al plantar o proteger los árboles, el bosque es ayudado a recuperarse. El campo en el cual se practica la agricultura de corte y quema no es una entidad autónoma, sino la primera etapa en la transición de retorno al bosque.

Otros recursos, tales como los animales y peces, también se aprovechan racionalmente, dentro de una cosmovisión que mira más allá del uso inmediato y se proyecta hacia la futura sustentabilidad. Poblaciones bien alimentadas, no privadas de proteínas, viven en una relación estable con su medio ambiente natural, practicando un manejo activo y ordenado de sus recursos agrícolas y de la recolección, caza y pesca. Esta adaptación no es rígida sino flexible, y responde a las transformaciones en el medio ambiente o a los desplazamientos de la población de un lugar a otro (Hames y Vickers 1983).


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