Las pequeñas empresas de elaboración de productos forestales abarcan una importante pero descuidada parte del sector forestal y de las industrias forestales. Ellas elaboran una gran parte de las materias primas del ámbito forestal y abastecen algunos de los mercados principales de productos forestales, especialmente en las áreas rurales de los países en vía de desarrollo. Nuestra preocupación en el estudio llevado a cabo para esta publicación ha sido la de identificar las características, perspectivas y problemas principales de estas pequeñas empresas y la de determinar el apoyo que pudiera reforzar su contribución al desarrollo, y por lo tanto, el impacto que ejercen sobre el desarrollo mismo del sector forestal. Muchas pequeñas empresas son generalmente inestables y ofrecen limitada seguridad o posibilidades de autodependencia a quienes las encaran. Estos problemas tienen que ser abordados promoviendo empresas viables dirigidos por gente del campo, a través de organizaciones efectivamente participativas que pueden acrecentar el control de la gente sobre su propio destino económico. Todo apoyo externo para incrementar la producción y la eficiencia tiene que ser compatible con aquellos elementos válidos de la cultura local que, aún tienen un rol que desempeñar en el contexto moderno.
Por su estrecha asociación con otras actividades económicas rurales, las pequeñas empresas que elaboran productos del bosque pueden concretar sus valores potenciales solamente si su desarrollo se integra en el de la agricultura, en el de las industrias forestales mayores, en el desarrollo de los recursos forestales y en el de las industrias rurales en su totalidad. Los puntos débiles, como el de su tendencia a explotar y mal retribuir los obreros y la incapacidad de producir beneficios adecuados a quienes invierten en ellas, deben ser corregidos. Ambos problemas son agravados generalmente por defectos en la manera en que las empresas se organizan y por depender excesivamente de intermediarios en el acceso a los mercados. Esta publicación trata de contribuir al proceso de una creciente conciencia del sector de las pequeñas empresas elaboradoras de productos del bosque, y acerca de lo que hay que hacer para ayudarlas a alcanzar un desarrollo sostenido viable. Reúne información cuantitativa sobre su naturaleza y magnitud, e introduce en estas actividades basadas en lo forestal, una amplia gama de experiencia relevante en campos relacionados.
Una buena razón para estimular las pequeñas empresas está en reforzar su contribución al desarrollo. Existe la necesidad de promover empresas viables que contribuyan a mejorar el bienestar económico de quienes se dedican a ellas. La contribución de las pequeñas empresas se halla generalmente limitada por los mercados pequeños e inseguros, por la escasez de materia prima, por el reducido acceso a las finanzas institucionales. Por la poca disponibilidad de tecnología y habilidades idóneas para ella, por una gestión débil, inconveniente, deficiente, por la mala organización de los productores, y por las políticas desincentivantes. Para liberar el valor potencial de dichas empresas se requieren, por lo tanto, intervenciones multifacéticas que afronten todos estos aspectos. Dentro del sector forestal debería hacerse máximo hincapié en los ajustes de políticas y programas para asegurar la disponibilidad sostenida de materia prima; mejores procedimientos de venta y distribución para acomodar las necesidades de la pequeña empresa; la inclusión de productos forestales no leñosos en el manejo forestal donde dan apoyo a las pequeñas industrias; cambios legislativos para apoyar mejor las actividades en pequeña escala con posibilidades comerciales; y asistencia a las comunidades rurales para su participación en el manejo del recurso forestal, en el respaldo de las empresas de elaboración.
M.A. Flores Rodas
Subdirector General
Departamento de Montes
